La verdad es que tengo la imperiosa necesidad de conocer una persona más, o dos, pero mínimo una. Así no me obsesiono con este nuevo sujeto que apareció en mi vida, y no porque me haya enamorado y toda la bola. Lo cierto es que me gustó bastante. Pero nos vimos dos veces y el fantasma de Evita me dice al oído que pare un poco, que ella no conquistó al general acosándolo luego de haberse conocido en ese festival por el terremoto. Entonces paro un poco. Dejo de hablarle por msn. Estar en el msn, ambos conectados, es comoe star en un mismo salón de fiesta y no hablarse. No, todos abemos que no es así, pero los medios de comunicación aumentan la paranoia, y uno se encuentra pensando "la última vez le hable yo, ahora que me hable él" "uh, está no disponible, mejor no le hablo" "no me contestó..." "se desconectó apenas me conecté" y todas esas grandiosas pelotudeces que demuestran cuán imbécil uno es. Ya no pàranoico, sino imbécil.
Lo cierto también es que no lo quiero conquistar, y, yendo más atrás o abajo, la sola idea de conquistar me parece una idiotez.
Hay piel y punto, que fluya, pero que fluya, entendés? que no se estanque porque no quiero agua podrida.