Leda tiene un secreto. Yo lo descubrí después de años de vivir con ella. Leda a veces se toma mini vacaciones de todo y se encierra en una isla autoconstruida, y no hay nada, pero nada de nada que la haga salir de ahí hasta que ella misma quiero hacerlo. Se encierra escuchando Nirvana y cortándose los hombros. También toma mate y sueña que coje. Planea, planea, sin alcanzar mucha altura emocional. Los rivotriles la robotizan plásticamente y la potita apenas la hace reir.
Ver las cinco temporadas de Weeds en menos de diez días hizo que Leda sueñe con vender cositas marihuanas hechas por ella misma y sus manos poteras. Por eso está comenzando a plantar.
Leda quiere jugar al final.

Creo que entiendo, pero no.
Quiero dejar de soñar con hombres.
Estoy un poco podrida de todo y no sé cómo solucionarlo.
Ayer empecé un bosquejo de solución.
El camino hacia la solución comienza por la boca.
Ya fue, dejo todo intento de expresión muerto acá.

La teoría sexual me harta