Cada día que pasa me cuestiono más mis elecciones. Pero aún no retrocedo. Me angustia el sistema, me angustia que pase el tiempo y cambie las cosas, me angustia que te vayas, me dejes y no te importe. Ni eso ni yo.
Me angustio yo. Y mi trabajo me abruma, pero después de las 2 pm se me pasa, y a veces todavía tengo ganas de estudiar y aprender un poco más.
El trabajar en el Estado (a pesar de todo lo escribo con mayúscula) me lleva a cuestionarme mis ideologías, y cada día me acerco un poquito más al anarquismo, a pesar de mi futura profesión.
O sea: dudas, cuestionamientos y más dudas acerca de todo. Y en ese todo entro yo y entras vos.
Y ninguno de los dos puede salir del todo de ese todo y el encierro nos agobia y nos mata.